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En el año de 1938, el IX Congreso Cafetero creó el Centro Nacional de Investigaciones de Café, CENICAFE, con el objetivo de contribuir al cumplimiento de Ia Misión de Ia Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, mediante a generación, adaptación y transferencia de conocimientos cientificos y tecnológicos, de acuerdo con las necesidades de los caficultores. Los investigadores de Cenicafé muy pronto encontraron tres factores importantes que limitaban Ia productividad: la edad de las plantas de café, Ia densidad de siembra y Ia exposición a Ia luz solar; entonces empezaron los estudios que sirvieron para demostrar que era factible cultivar Ia variedad Caturra, una variedad de porte bajo en altas densidades de siembra y a plena exposición solar. Con estos resultados se lograron altas producciones por hectárea, sin afectar la calidad del café colombiano. Es así como en 1952 ingresó Ia variedad Caturra y en 1960 comenzó su difusión. A finales de Ia década de los 60, Cenicafé inició un proyecto orientado hacia Ia obtención de una variedad con resistencia a Ia roya, después de varios años de investigación se obtuvo la Variedad Colombia, que empezó a ser sembrada en 1982. La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia ha creado subsidios a los programas de renovación de cafetales y a través de los Comités Departamentales y del Servicio de Extension ha hecho Ia promoción, difusión y capacitación sobre las variedades tecnificadas y su implementación a los caficultores colombianos. A pesar de esto, el Sistema de Información Cafetera para el año de 1997, muestra que continúan existiendo 287,811 lotes cafeteros con variedad Typica, equivalentes a 260,009 hectáreas sembradas, es decir el 29.9% del area cultivada en café corresponde a cultivos tradicionales.